Un día como en 1977, Boca ganó su primera Copa Libertadores ante Cruzeiro por penales, en el estadio Centenario de Montevideo. Gatti, el héroe de la jornada.

“La Copa Libertadores es mi obsesión” dice una canción de hinchada. Y el máximo certamen continental casi desde su creación fue un anhelo de todo el pueblo boquense, que se negó por primera vez en 1963 contra aquel recordado Santos de Pelé.

En 1977 la Copa Libertadores fue el principal objetivo y Boca se preparó para ella. Sorteó instancias y rivales complicados hasta llegar a la final invicto frente al Cruzeiro de Brasil. El encuentro de ida, jugado en la Bombonera, terinó con victoria Xeneize 1-0 con gol de Veglio en el arranque del juego, mientras que la revancha significó la primera caída del certamen por el mismo score por el que se había conseguido el triunfo en casa (gol de Nelinho).

En ese entonces en lugar de ir directamente a alargue y/o penales se jugaba un tercer partido en estadio neutral. El escenario elegido fue el Centenario de Montevideo. Allí se mantuvo la paridad, tal y como lo marca el 0-0 final y allí sí llegó la hora definir desde los doce pasos. Mouzo, Tesare, Zanabria, Pernía y Felman marcaron los cinco penales que ejecutaron los dirigidos por Juan Carlos Lorenzo y en el último de los brasileños… Hugo Gatti adivinó el lugar elegido por Vanderley, desvió el tiro y le dio a Boca su primera Libertadores. La Copa tan deseada un 14 de septiembre apareció para quedarse en las vitrinas boquenses. La primera de seis y con números envidiables: siete victorias, cinco igualdades y solo una caida, con diez tantos convertidos y solo tres recibidos.