Más allá de que Boca necesita un buen rendimiento de Cvtanich y Viatri, por Riquelme y Clemente pasa la generación de las jugadas de peligro del Xeneize.

Se respetan, se estiman, se necesitan. Uno requiere que el otro siempre sea una opción. El otro aspira a que el primero lo asista para poder hacer su juego. Son amigos dentro y fuera de la cancha y juntos forman las mejores jugadas en ataque de Boca. Juan Román Riquelme y Clemente Rodríguez, hoy por hoy, son los jugadores que más necesita el equipo para crear situaciones de gol.

El enganche sufrió como nadie la partida de Hugo Ibarra, quien también es su amigo: en el “Negro” tenía una opción de pase siempre disponible y seguro con la pelota en el pie. La llegada de Clemente hizo que cambie del lateral derecho al izquierdo en la preferencia de pase.

El número 3 sube más de lo que se queda, combina pases con el 10 y llega hasta el fondo para tirar centros punzantes, como el de ayer que originó el gol del empate. En el primer tiempo, Rodríguez no pasó tanto como lo venía haciendo y Boca lo sintió a la hora de atacar. Por su parte, Román no tocó tanto la pelota y fue muy bien marcado.

Las cosas cambiaron en el complemento: el capitán se soltó más y, a pura gambeta y pase corto, fue el estandarte del equipo en la búsqueda de empardar el resultado. Su mejor socio fue Clemente, quien avanzó más por su carril y fue la mejor alternativa. En una de esas tantas subidas llegó el tanto de Cvitanich y, más tarde, pudo haber llegado la victoria.

No pasa lo mismo por el otro lado: Roncaglia aún no se siente con la suficiente confianza para adelantarse siempre; o, quizás, eso le ordena Falcioni previamente. Pero en la cancha, durante los partidos, el conductor del equipo lo siente y se lo hace saber. Su gesto con la mano de atrás para adelante indicándole que suba, es una imagen repetida en los encuentros que disputa el Xeneize. Por ahí será cuestión de tiempo para que Facundo se adapte a la necesidad de Román.

Mientras tanto, Riquelme elije a Clemente como principal elección de pase, y las conexiones entre ambos dan como resultado las mejores jugadas de gol del equipo. Hoy por hoy, en Boca, son la dupla más importante.