La Roma de Nico Burdisso goleó 4-1 al Palermo y es el único escolta del Inter, a seis puntos pero con un encuentro más que los dirigidos por Mourinho.

El conjunto de la capital arrancaba su encuentro a nueve unidades del líder y con el conjunto del Milán en la segunda colocación. Sabía que necesitaba ganar si quería seguir aspirando a pelear el título hasta las últimas consecuencias. Sabido es que el Inter no regala puntos así porque sí, pero de vez en cuando ocurren esos “milagros”, como lo fue el empate ante el Parma el miércoles pasado.

Roma es consciente que debe vencer a todos los rivales que se le interpongan y esperar que el neroazzurro vaya dejando unidades, quizás por bajo rendimiento o tal vez por el desgaste que se hace al jugar dos competencias (Liga y Champions). Hoy tenía una prueba importante de local ante el Palermo y no la desperdició.

El partido tardó en abrirse, recién llegó el primer gol a los 33 minutos de la primera etapa, gracias a Brighi. Todo comenzó con una genialidad de Totti, que sacó rápido un córner y le puso la pelota en los pies para que éste remate cruzado de volea, inatajable para el arquero.

Habría que esperar hasta la segunda etapa para que el conjunto del defensor argentino amplíe la cuenta. Después de una serie de rebotes en el área, Baptista se encontró la pelota con su olfato goleador y no perdonó al equipo rosa.

Brighi volvería a ser protagonista de otro tanto de la Roma y, nuevamente, con un disparo muy bien colocado al palo derecho del arquero. Los locales ya eran dueños totales del partido, pero el Palermo tuvo su chance en un penal ejecutado por Miccoli, que no perdonó.

Ni siquiera el descuento le dio dramatismo al encuentro, ya que unos minutos más tarde Riise se encargó de bombardear a Sirigu y sentenciar el 4-1 final.

Pónganse de pie, el Imperio Romano avanza.