Puro dolor.

Que el fútbol de Gago no deje de existir. Aguante, capitán: ¡estamos con usted!

¿Destino? ¿Mala suerte? No lo sé. No hay respuestas para explicar el difícil momento que atraviesa Fernando Gago, quien aún con su rodilla rota quiso seguir defendiendo la camiseta de su país. Pero si hay motivos para pedirle un favor más: no se vaya, no nos deje sin su fútbol.

¿Por qué lo pedimos? Porque sabemos que puede hacerlo. ¿Por qué no nos resignamos? Porque después de aquella tarde fatídica en el Monumental, volvió. ¿Por qué insistimos? Porque cuando se venía la noche tras la segunda lesión en el tendón, regresó mejor que nunca. ¿Por qué no ilusionarnos una vez más?

Quizá sea injusto de este lado, pero entienda que en este deporte cada vez hay más “corredores” que “jugadores”. Sepa, también, que pocos tratan a la número 5 como usted. Y además, tenga en cuenta que su calidad no es cosa de todos los días. Por eso, repito, hágalo una vez más.

Con su sacrificio, esfuerzo y perseverancia le demostró a millones que no hay imposibles y que grande no es el que nunca cae, sino el que siempre se levanta. Por eso, Fernando, hágalo una vez más. Le anticipo: se vendrán momentos duros, donde la cabeza irá de aquí para allá, pero no afloje, no tire la toalla, que el fútbol argentino quiere volver a verlo vestido de jugador.

Vuelva en abril, mayo, junio o cuando usted quiera. Pero vuelva. Como dice el Indio Solari, “cuando la noche es más oscura se viene el día en tu corazón…”. ¡Fuerza, Gago!