El delantero destacó que es igual de importante un clásico de verano que los oficiales.
Sobre el nuevo esquema, consideró: “Para mí es lo mismo”.

Emmanuel Gigliotti fue el hombre clave en el triunfo Superclásico de Boca contra River en el Torneo Inicial. Marcó el único tanto para que el Xeneize se lleve los tres puntos por la mínima diferencia.  

En diálogo con Olé, a horas de un nuevo enfrentamiento ante el eterno rival, recordó aquella tarde en el Monumental:

“Fue el gol más importante de mi carrera. Pero ya está, me lo guardo en la memoria”.

“Todavía me lo acuerdo, pero puede ser porque pasó hace menos de seis meses. Quizá dentro de más tiempo no. Ojalá que este semestre pueda conseguir más importantes”.

“Me acuerdo la jugada puntual. Y lo que más me acuerdo es que como no había gente de Boca en la cancha, o había pero no podían gritar, cuando salí corriendo volví a mirar para ver si la pelota estaba dentro. Por las dudas, porque no se escuchó el grito”.

Amistoso o no, señaló que todos los goles a River son igual de importantes:

“Valen todos. Y lo que tienen de lindo estos amistosos es que como lamentablemente en Argentina no pueden ir los visitantes, son lindos porque me toca jugar con las dos hinchadas. Es ridículo que no se puedan jugar todos los clásicos con hinchadas, porque no es que se hacen dos partidos comunes”.

Para Gigliotti, jugar tres clásicos juntos es bueno:

“Es raro jugar tantos clásicos juntos. Lo hablaba con Hernán Grana y me decía: “Si se da todo, de no haberlo jugado nunca puedo llegar a tener dos o tres partidos seguidos con River”. Es lindo. El sueño de cada hincha de Boca es jugar un Boca-River. Y hacerlo en tres partidos juntos es hermoso”.

“Es un Boca-River y no podés dejar de poner la pierna o de tener ganas”.

El delantero realizó un balance de su primer semestre con la azul y oro:

“Creo que fue bastante positivo. Obviamente siempre tengo ganas y expectativas de que las cosas salgan mejor, a nivel personal pero sobre todo a nivel grupal. Yo vine con un objetivo que era el que tenía planteado ya el grupo. Y no lo pudimos lograr. Ahora estamos trabajando para conseguirlo”.

Dio su punto de vista de la competencia en el puesto de nueve tras la salida de Nicolás Blandi:

“Cualquier delantero que tenés como competencia o que quiere tu puesto te hace mejorar”.

“Siempre prefiero tener jugadores que te están comiendo los talones para que uno no pueda dormirse. Boca tiene cuatro o cinco delanteros de altísimo nivel”.

Admitió que se tiene que reir de ciertas críticas, porque Boca tiene una gran repercusión y eso hace que esté expuesto a muchas cosas:

“Este año aprendí a absorber las críticas, quizás años atrás me molestaban. A medida que uno va creciendo empieza a lograr que algunas le resbalen. Yo no tengo Twitter, pero por ahí encontrás algunos tuits en páginas de Internet que te critican. Y te reís un poco de las cosas que dice la gente, que a veces es mala también. Hay personas que te desean lesiones o cosas malas para tu vida. Llega un momento que te reís un poco, pero también pensás: ¿por qué a veces es tan mala?”.

En cuanto a esto, agregó:

“La gente piensa que somos distintos. Y yo trato de llevar la vida común y corriente que llevé siempre. Pero a la gente le cuesta entender que uno pueda tener una vida normal y salir a tomar una Coca Cola en la esquina de tu casa. Me encanta que se me acerquen porque es lindo que te reconozcan. Pero cuando viene el cuestionamiento de por qué estás comiendo unos chizitos…”

Por último, sobre el nuevo esquema, el “Puma” explicó:

“Para mí es lo mismo. Juega un poquito más adelantado Sánchez Miño, o en su defecto un poco más retrasado el Burrito en alguna jugada puntual, pero terminamos siempre igual. Es prácticamente lo mismo. Si jugás 4-4-2 tienen que llegar los de afuera y acá es igual”.