El plantel entrenó por la tarde pensando en San Lorenzo. El enganche no participó de la práctica, mientras que Marín, Zárate y Méndez se movieron aparte.

Boca Juniors continúa con su preparación de cara al partido trascendental que afrontará el domingo a las 18.15 contra San Lorenzo. Por la mañana, Carlos Bianchi había dispuesto un ensayo de fútbol informal en el que no dio pistas sobre los once que jugarán en el Nuevo Gasómetro. Por la tarde, tampoco se vieron esos indicios.

El arranque de la práctica vespertina fue con trabajos físicos junto al preparador físico Juan Manuel Alfano, y luego llegó el turno de los ejercicios de fútbol en espacios reducidos. La novedad en este marco pasó por el traumatismo que sufrió Federico Bravo en el pie derecho, que le impidió terminar el entrenamiento. Se le realizarán estudios para determinar si la lesión es de mayor gravedad. También sufrió un golpe en el hombro Cristian Erbes.

Bianchi esperará por la evolución de Juan Román Riquelme, que no estuvo en el ensayo de la tarde porque le indicaron reposo (ayer tuvo unas líneas de fiebre). Además, el “Virrey” observa detenidamente a Nahuel Zárate y Jesús Méndez, que hoy se movieron aparte, junto a Leandro Marín.