En esta sección les presentaremos una serie de escritos que reflejan la pasión por Boca Juniors. En esta entrega, el debut de Guillermo Barros Schelotto.

1.

Me gusta Sabina. Me encanta Sabina. Además es hincha de Boca, y en esos casos un cantante, cantautor o alguien que se ponga frente a un micrófono me genera más simpatía.
Joaquín Sabina es de esos tipos que con su rebeldía en las letras y en su vida, te encanta. Además siempre lo noté, como el español más argentino. Por su fanfarroneo, su forma de ser, de amar la noche, sus historias, su lengua filosa, su cara traviesa me hace pensar que siempre esconde algo. Además el siempre lo comentó: “Soy un porteño en el clóset”. Y además siempre resalto el haber conocido muchas noches interminables.
Bueno, lo de Sabina ya lo van a entender al final. Pero vale aclarar que él tiene un amigo que también me encanta que es Joan Manuel Serrat. Él es hincha de Boca también. Pero la razón de todo esto es hablar de alguien que tiene como ídolo al “Nano”.

2.

Esa persona si bien ya era reconocida en el ambiente del fútbol, el 5 de mayo de 1996 fue la que hizo que el debut de una Bombonera “moderna” quedara en segundo plano. Irresponsable e insoportable hizo lo que quiso en la cancha de Boca en un 6 a 0 que hasta tuvo un gol del Beto Márcico de penal además de los tres goles de un tal Guillermo Barros Schelotto. Esa era la primera vez que Guille brillaba en la cancha de Boca pero no con la camiseta de Boca.
Él con el tiempo se convertiría, en uno de los ídolos máximos del club. Pero todo empezó un día como hoy pero de 1997.
Luego de que Maradona insistiera en llevarlo a Boca, mientras River aparecía entre los interesados, el llegó a Boca, el mismo día que Martín Palermo, sin saber que los dos iban a escribir la historia más gloriosa de Boca.
Ese 14 de Septiembre, a diferencia de su amigo que en los primeros partidos no podía meterla, Guille debutó con un gol. Fue un 2 a 1 ante Newell`s y el primer grito lo había dado el que lo había pedido: el gran Diego.
No me quiero detener solamente acá. Porque la fecha es, justamente una fecha. Podría haber debutado antes o después. Lo que quiero hacer hoy es tratar de explicar lo que fue Guillermo para nosotros.

En lo personal lo pude ver gritar un gol en mi primer partido que vi de Boca. Fue un 3 a 0 ante Central en Rosario y el marcaría uno de esos goles. Ya la relación, se vislumbraba, no sería igual, no sería una más. También lo fui a ver cuando se despidió de Boca, ante Racing en el 2007. Una de las tristezas más grandes que viví en la cancha, porque sabía que no volvería, por lo menos a jugar en Boca.
En el medio, en esos diez años pasaron muchas cosas que nos marcaron a fuego. A todos con él. No debe existir un solo hincha de Boca que no lo quiera o le recrimine algo, porque fue el más bostero de todos los últimos ídolos que tuvimos, más allá que siempre se supo que era hincha del Lobo.
En el medio pasaron varias cosas. La charla de Bianchi en Tandil con él y Martín diciéndoles que iban a ser los titulares en la ofensiva, los centros de Guille, goles de Palermo, los goles de Guille esos de potrero, como el que le hizo a Talleres, el Bicampeonato, la llegada a la Selección por su triunfalismo en Boca, las Copas del 2000, el no poder estar desde el arranque. Su amistad que se fortalecía con Palermo, la final perdida contra Bayern Munchen en lo que para él fue una de las cosas más dolorosas, el excelente campeonato con Tabarez y el segundo puesto, la vuelta de Bianchi y ahí habría que hacer un parate.
Creo que desde el 2003 la historia le hizo un guiño a Guille y aparecido en todas sus formas y de la mejor manera. Ganó todo de vuelta con Boca y Bianchi. Se hizo cargo de los octavos de final en Paysandú cuando se veía mal la mano, el famoso 2 a 2 contra River que fue un antes y un después con Boca, donde se vistió de héroe sacándose la remera para festejar… Su rebeldía demostrada al Milan, y demostrar quien era el mejor del mundo.
El 2005 Campeón con Basile, el bicampeonato del 2006, la jugada del penal en el último minuto contra River, y hasta jugar en la Reserva para que fuera motivo de una bandera en apoyo de Maradona. Obvio que faltan hechos y que de cada uno habría que escribir algo aparte, pero no los quiero cansar.
Lo que resume a Guillermo es la Semifinal de vuelta en el Gallinero cuando él solo, sin meter un gol golpeó a todos un estadio que lo insultaba antes de quedar callado. El que no estuvo callado fue él: “Baldassi ese señor que no se como se llama me esta insultando”(refiriéndose a Hernán Diaz) y el ya famoso: “Boludo te expulso” Sambueza era el receptor de eso, e insultaría a Baldassi para que ahí lo expulsara.
Luego diría que un equipo cualquiera no podía subestimar al Campeón del Mundo tras el análisis desacertado de que los primos – léase hijos- nos ganaran 3 a 0 en los pensamientos de aquel señor que no recordaba el nombre.
Las otras frases que dijo en su carrera y las cosas que hizo, no las voy a enumerar por la razón antes descripta. Lo único para volver al principio me quedo siempre con una descripción que hizo Caparrós en su libro Boquita refiriéndose a Guillermo en esa semi. “(…) Guillermo nunca fue mi favorito: me parece tan argentino que a veces lo adoro y otras lo detesto. Es un fulano con una habilidad extraordinaria, capaz de los firuletes más extraños, y de un optimismo que a veces raya con la tontería para intentar lo tan claramente imposible – que, de evz en cuando, para sorpresa general, consigue. Pero es también un fulano de una inteligencia notable para saber cómo se puede sacar ventaja legal o ilegal de cualquier situación que se produzca en una cancha, y de la más espesa necedad para embarcarse en una espiral de simulaciones y protestas que terminan generalmente mal”.
Creo que lo grafica demasiado bien, pero disiento con el autor, porque Guillermo fue uno de mis favoritos. Siempre.

Guillermo es muy argentino. Y siempre lo adoré.

Sabina tiene cosas de Guillermo. Guillermo tiene algunas cosas de Sabina. A su manera pero las tiene. Vivió y nos dio noches y día interminables de Gloria. Con su lengua filosa podía hacer enfurecer a varios. Su cara pícara, sus piernas de potrero, su forma de ver el fútbol, y su música, hecha por los toques y las piruetas que hacia con la cintura, fue para nosotros la mejor del mundo: la del gol, y eso comenzó un 14 de septiembre.