Un 14 de diciembre de 2003, Boca le ganó al Milan en Japón y se consagró campeón del mundo. ¡Inolvidable! “Lo más difícil de todo es repetir”
, dijo alguna vez Carlos Bianchi. Pero como para Boca no hay imposibles, el 14 de diciembre de 2003 volvió a escribir una página dorada en su historia. Luego de ganarle la Copa Libertadores al Santos de Brasil, el “Xeneize” viajó a Japón con la ilusión de obtener su tercera Copa Intercontinental, ante el poderoso Milan. Los italianos comenzaron ganando gracias al gol de Tomasson, pero los de la ribera igualaron rápido tras el tanto de Matías Donnet. El resultado no se movió más y llegó la hora de los penales. Sí, otra vez la definición desde los once pasos volvía a cruzarse en la vida de Boca. Emulando a Oscar Córdoba ante Palmeiras, Roberto Abbondanzieri se convirtió en héroe y atajó dos remates (Pirlo y Costacurta). Minutos después, Raúl Cascini pateó el quinto y le dio el triunfo a los de azul y oro.
La Intercontinental volvía a La Boca, su segundo hogar. Y Boca, ante la adversidad, se hizo gigante tal como su camiseta, colores e historia requieren. ¡Una fecha que será difícil de olvidar!

El resumen de Boca – Milan:

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