Pedro, campeón del mundo con Boca en 2003, palpitó la revancha vs. Racing. También elogió a Carlitos Tevez.

El nombre de Pedro Iarley quedó grabado para siempre en la historia de Boca. Si bien no disputó demasiados partidos con la azul y oro, el brasileño se dio el lujo de ser campeón del mundo y disputar un Superclásico inolvidable que lo metió para siempre en el corazón de los hinchas.

En la entrevista que le brindó a Boca Late, el exPaysandú recordó su paso por el club y llenó de elogios a la Bombonera:


Todo jugador sueña con jugar algún día en la Bombonera. Ese estadio, que es un templo del fútbol mundial, tiene mucho nombre afuera. Por eso no dudé ni un segundo en ir a Boca. El recuerdo de la gente es algo que no se compra con dinero”.

También contó cuál era la clave de Carlos Bianchi, el DT que apostó por él, para mantener la armonía grupal:

“Tenía al grupo en la mano. Era una persona muy simple, correcta y directa. Los que no jugaban estaban igual de contentos que los que sí lo hacían, y eso no se logra fácil. A mí me decía que hiciera las cosas simples, que no me complicara tanto. Un fenómeno”.

Por último, el oriundo de Brasil que defendió la 10 de Boca con fútbol y clase palpitó la revancha contra Racing por la Libertadores:

“A los jugadores les diría que no se rindan hasta el final, porque Boca tiene mucha calidad para dar vuelta el resultado. Hay buen plantel, Tevez está decidido y sabe lo que quiere. Se merecen ganar y clasificar, ojalá así sea”.