Rolando Schiavi realizó una buena labor en la etapa inicial, pero decayó notoriamente en el complemento. Le cobraron dos penales en contra y fue amonestado… ¡Completito!

En su regreso a Boca Juniors, el zaguero oriundo de Lincoln no mostró un desdoblamiento de personalidad, como ocurría en la famosa novela, sino de rendimiento.

Durante los primeros cuarenta y cinco minutos, el “Flaco” expuso un nivel superior al que venía teniendo en Newell´s: estuvo muy enchufado, atento a la marca y, en varias ocasiones, dio indicaciones a los otros defensores. Schiavi apostó a estar siempre bien pegado a los atacantes para poder anticiparlos, tal como lo hizo en algunas oportunidades.

Su primera aparición en el cotejo fue la mejor acción personal en el encuentro. A los 17, después de que Clemente pierda una pelota en mitad de cancha, logró correr a la par de Pablo Daniel Osvaldo y, con un quite providencial, envió la pelota al córner antes de que el delantero sacara su remate. En esa jugada demostró que a pesar de sus 38 años, aún está vigente.

Lo que ocurrió en el segundo tiempo no tuvo nada que ver con aquello que había mostrado en la primera etapa. El defensor sintió el desgaste realizado, no logró el despliegue físico que había alcanzado anteriormente y sufrió cada uno de los movimientos de Osvaldo.

El infortunio inicial que sufrió Schiavi, cuando se cumplía el cuarto inicial, tuvo la complicidad del árbitro, que le cobró un penal inexistente y encima lo amonestó. De esa jugada llegó el empate del Espanyol.

Pasada la media hora, el “Flaco” volvió a ser protagonista: no pudo despejar una pelota que quemaba en el área Xeneize y terminó en el segundo grito del dueño de casa. Como si esto fuera poco, cuando apenas quedaba un minuto para que finalice el partido, el zaguero fue fuerte abajo y, además de la pelota, se llevó por delante a Thievy, adentro del área. El juez no dudó y sancionó nuevamente la pena máxima, que Verdú cambió por gol.

El debut estuvo lejos de ser el soñado para el defensor, que mermó su rendimiento con el correr de los minutos. Igualmente, cabe destacar que este es el primer choque de la pretemporada y aún resta una semana y media para el arranque del Torneo Apertura.

¿Encontrará Schiavi la fórmula secreta para, a diferencia de Jekyll, recuperar su identidad y así lograr sostener un buen nivel durante los noventa minutos?