Con pocas alternativas, Russo puede tener en cuenta a tres futbolistas que iban a ser suplentes.

El brote de coronavirus en el plantel de Boca no estaba dentro de la planificación, por supuesto. Y obliga a Miguel Ángel Russo a realizar movimientos inesperados. Tres jugadores del Xeneize, que en principio iban a correr de atrás, hoy pueden ser una buena alternativa.

Las bajas en el grupo son, al menos, 18 y por eso el entrenador tiene que buscar variantes para el reinicio de la Copa Libertadores. En este sentido, Gonzalo Maroni es uno de los que puede aprovechar. Llegó desde Italia tras un préstamo en Sampdoria y ya cumplió el aislamiento. Como no estuvo en la concentración, no lo afectó el brote. Ahora se entrena con la Reserva y espera por una oportunidad, que puede llegarle en medio de esta situación.

Lo mismo ocurre con Iván Marcone y Agustín Almendra, quienes ya dieron positivo pero están recuperados. En condiciones normales, Russo elige a Campuzano, Capaldo y Obando para esos puestos del medio pero ahora todo puede cambiar. Y así los dos se vuelven importantes relevos para Miguel. En un panorama incierto, tenerlos a disposición es importante para el DT y ellos pueden aprovechar para mostrarse.