El ya jugador de Boca habló sobre como se siente en sus primeros días en el club y de sus expectativas de cara al Apertura.

Y se le dio nomás. En el verano se vivió una novela con su posible llegada a Boca, pero nada se concretó. No fue así esta vez: se habló muy poco durante la negociación, por incredulidad quizás, y todo terminó con un final feliz. Por eso Darío Cvitanich, el segundo refuerzo xeneize, está más que contento.

“Estoy muy feliz, era algo que esperaba y por suerte se dio. Ahora estoy con ganas de ponerme bien a punto y de sumar”.

“Se dio muy rápido esta vez. Quizás no se habló tanto y por ahí eso ayudó a que se diera de esta manera”.

En diálogo con el sitio oficial del Club, el delantero declaró que hay diferencias entre el fútbol argentino y el europeo (llegó a Boca desde el Ajax holandés). Cree que es necesario primero ponerse a la par de sus compañeros en lo físico, para luego poder desarrollar más lo netamente futbolístico.

“Acá es muy distinto, se trabaja de otra manera, así que primero voy a ir buscando la parte física y la parte de fútbol se agarrará con el correr de los días.”

El ex Banfield dijo que prefiere jugar por afuera del área junto a un nueve (¿Viatri?), pero que su posición en el equipo la decidirá Falcioni a su gusto. Por eso, expresó que se esforzará al máximo para que el DT lo tenga en cuenta para el equipo titular.

“Me siento más cómodo jugando más libre por afuera del área que de nueve, pero Julio verá quien está mejor para cada posición. Acá se trata de estar preparado para lo que toque y en el lugar que toque. Habrá que demostrar y después el técnico verá cómo juega cada uno.”

Por último, le tiró flores al ya retirado Palermo. Ante una pregunta sobre si su llegada es una especie de legado del Titán, Cvita negó que sea de esa manera ya que lo considera un jugador de cualidades únicas.

“Es imposible reemplazar a Palermo, primero que somos jugadores muy distintos y, segundo, es irremplazable.”