Boca lo dio vuelta 3-1 con un triplete de Palermo, que además falló un penal, y se colocó a cinco de la cima del Apertura.

Boca, sin jugar bien, fue mejor que Colón en la parte inicial. Los primeros 20 minutos fueron muy buenos y daba la sensación de que en cualquier momento llegaría el primer tanto Xeneize.

Sebastián Battaglia se hizo eje en el medio, Cristian Chávez, Damián Escudero, con mucha movilidad, y Clemente Rodríguez eran siempre receptores claros para distribuir y abrir el juego a los costados. Escudero y Clemente, además de Lucas Viatri, tuvieron ocasiones claras pero fallaron.

Con el correr de los minutos el domino de Boca se fue diluyendo y aparecieron algunas distracciones en el fondo y el medio que agrandaron a Colón, aunque el Sabalero nunca llegó, salvo por un grave error de Gary Medel que costó caro. Al chileno se le escapó la pelota en la puerta del área e Iván Moreno y Fabianesi la punteó al gol. Se jugaban 41.

Los minutos siguientes fueron de confusión para el cuadro azul y oro que parecía no tener respuestas anímicas ni futbolísticas. Pero a 30 segundos del final, Matías Caruzzo apareció en posición de enganche, asistió a Martín Palermo, perfectamente habilitado, y el Titán la picó por encima del cuerpo de Diego Pozo.

El segundo tiempo fue de lo mejor que mostró Boca en el campeonato. Lo que insinuó en el tramo inicial del primer período lo concretó en el segundo, generó muchas ocasiones de gol y en defensa siempre estuvo bien parado.

A los tres minutos, Clemente Rodríguez, de gran performance, tiró un cambio de frente perfecto que Palermo bajó de pecho muy bien y de derecha venció al recientemente ingresado arquero visitante Marcos Díaz (Pozo salió lesionado).

El Xeneize desde entonces borró a su rival. Envalentonado por haber dado vuelta un encuentro que se había puesto negro volvió a hacer pesar su localía como hacía mucho no sucedía. Battaglia, una de las figuras, y Cristian Erbes estuvieron firmes en la contención y distribución del juego, Escudero y Rodríguez fueron muy punzantes siempre que se los buscó en ataque, Viatri como siempre colaboró incansablemente con el equipo y se complementó perfectamente con Martín, una dupla que cada vez se entiende más.

Colón, confundido, no esbozó reacción y cuando intentó hacerlo chocó con la firmeza de la última línea, liderada por Matías Caruzzo, en gran nivel esta noche.

Iban 25, Viatri se metió en el área, dejó en el camino a Díaz y el portero lo derribó. Penal y amarilla para el uno. Palermo la acomodó, el Titán le pegó… y la tiró a las nubes. Un instante después volvió a intentar con un remate de aire que se fue desviado.

Sobre los 28 minutos, Juan Quiroga bajó a Clemente y se ganó la segunda amarilla. La Bombonera explotaba. Le gente veía un Boca que dejaba la vida y que no bajó los brazos pese arrancar abajo.

Y a los 38 se terminó de finiquitar el asunto. Centro desde la derecha, Viatri se la bajó al inoxidable goleador y Palermo, sí, una vez más, venció a Díaz colocándole el balón en el palo más lejano.

Así ganó Boca. Con claridad y con tranquilidad, sobre todo en el complemento, le tiró la jerarquía y, lo que es muy importante, la localía encima a su rival. Y, por su puesto, con la interminable cuota de goles de Martín. Cinco puntos separan al elenco de Claudio Borghi de la cima.