Con Riquelme en el banco y Gracián afuera por lesión, Cristian Chávez fue el que manejo los tiempos del ataque de Boca Juniors.

Seguro en el toque, con ganas de jugar y líder del ataque. Así se lo vio a Cristian Chávez ante el París Saint Germain en el último partido de la gira europea de Boca.

Pese a la dura derrota, “Pochi” fue de los rescatables en el Xeneize y mantuvo el nivel con el que culminó el Clausura. Contó con Pablo Mouche como socio para generar las jugadas de peligro del equipo.

Cuando iba media hora del segundo tiempo, se retiró de la cancha para el ingreso de Lucas Viatri. El volante terminó con hielo en la rodilla derecha debido a un traumatismo por los golpes recibidos durante el encuentro.

“Pochi” tuvo que ocupar el lugar de conductor que dejó vacío Riquelme y que no supo llenar Gracián. El “Tano” se fue lesionado en el codo y, de esta manera, el manejo del ataque quedó en manos del mediocampista surgido de las inferiores del club, quien no sintió la presión y fue el mejor del equipo de la Ribera.

Chávez demostró que va a pelear por un lugar en el equipo titular con un gran partido, sin darle importancia al resultado. Quiere seguir con este nivel para que el técnico Falcioni lo tenga más en cuenta en el Apertura.