A pesar de que Silva lleva una racha de seis partidos sin poder convertir desde que debutó con la camiseta de Boca, su juego gusta a varios por su característico sacrificio. ¿El exBanfield mojará contra Lanús?

Llegó como la gran incorporación del semestre por todas las trabas que se habían generado durante la negociación. Finalmente firmó su contrato para jugar sólo la Copa Libertadores. Hizo su debut y estuvo muy cerca de marcar su primer. Por la mala fortuna de Nicolás Colazo, fue habilitado para jugar el Clausura. Se pensó que el gol iba a caer muy pronto, pero no fue así. Para nada…

Tras la victoria ante San Martín de San Juan del domingo, Santiago Silva completó su sexto partido completo con la camiseta xeneize y, lamentablemente, acumula 540 minutos sin poder gritar ese tan ansiado primer gol.

Decir que el uruguayo está falto de gol porque le faltan situaciones que tienen que generar los que lo rodean es correcto, pero a la vez erróneo. El “Pelado” ha desperdiciado goles de no creer, como ese que se perdió debajo del arco ante Independiente y que pudo haber significado una victoria que al final fue nada. Sin embargo, desde que llegó, sus aportes para la construcción y el juego fueron más que interesantes.

El delantero demostró que sabe lucharla a muerte con los defensores y así ha molestado, aguantado y generado situaciones claves para sus compañeros (como el gol ante los sanjuaninos, el más reciente). A la hora de dar una mano en defensa, baja muchos metros para ejercer presión e intentar recuperar lo más rápido posible la pelota.

En resumen, en los seis cotejos que disputó, mostró rendimientos aceptables, pero le está faltando lo más importante para un goleador. Los “huevos” que tanto le gustan al hincha quedaron más que claros que los tiene y sólo le falta ese gran detalle para que “su juego encaje en Boca”, como él mismo declaró en su presentación.

Por último, para los exitistas, vale la comparación del “Tanque” con Martín Palermo: el “Titán” recién pudo gritar su primer grito, de 236 en total, en su séptimo partido. ¿Podrá Silva, un exBanfield, romper este maleficio ante Lanús?