En La Plata, Boca igualó 2-2 ante Gimnasia y se quedó sin Sudamericana. Graf y Guillermo convirtieron para el local, mientras que Cellay hizo los dos del Xeneize.

Tras un inicio bastante trabado y luchado, la claridad la aportó el diez Xeneize. Juan Román Riquelme puso un pase entre líneas a Martín Palermo, aunque Fernando Monetti le ahogó el grito. En el rebote lo tuvo el enganche y luego Nicolás Colazo, pero encontró otra buena respuesta del arquero de Gimnasia.

A los 9, el local reaccionó y gracias a un tiro libre de rastrón de Claudio Graf se puso en ventaja. La pelota pasó entre todas las piernas y Cristian Lucchetti, totalmente tapado, no pudo sacarla. Tres minutos más tarde, de penal, Guillermo Barros Schelotto se encargó de ampliar la diferencia.

El partido volvió a tornarse impreciso. Boca lograba llegar a las adyacencias del área de Gimnasia pero no era punzante en la puntada final. Promediando la media hora de juego, Román volvió a ponerle un gran pase a Palermo, que no pudo darle la mejor dirección al cabezazo y se fue apenas desviado, por al lado del palo derecho.

A través de la pelota parada, la visita logró descontar. Pablo Mouche tiró el córner desde la derecha y Christian Cellay sacó un cabezazo formidable, que dejó sin chances a Monetti.

Cuando quedaban dos minutos para el cierre de la primera etapa, Graf quedó mano a mano con Lucchetti, pero esta vez el uno Xeneize le ganó la pulseada y le ahogó el grito de gol.

A lo largo de los cuarenta y cinco minutos iniciales, Boca dio demasiadas ventajas en defensa y no creó lo suficiente en ataque. Nuevamente pagó caro los errores y, por eso, se fue en desventaja al descanso.

De cara al complemento, Falcioni dispuso el ingreso de Diego Rivero en lugar de Clemente Rodríguez. En la segunda etapa tampoco se vio un fútbol bien jugado. Gimnasia se tiró atrás y apostó al contraataque, mientras que a Boca le faltaron suficientes ideas como para inquietar a Monetti.

La monotonía se rompió con una gran jugada individual de Mouche, que lo tuvo mano a mano pero el arquero le ganó la pulseada. En la contra, Cellay falló en el cálculo y le dejó servido el gol a Córdoba, que amagó a Lucchetti, pero no pudo evitar que Insaurralde despeje el balón, casi sobre la línea.

Cuando quedaban menos de diez minutos para el cierre, el arquero de Boca se lució en tres jugadas casi consecutivas. En el primero cerró bien con los pies, luego achicó bien ante Encina y finalmente volvió a amargar a Córdoba.

Aunque Gimnasia estaba más cerca del tercero que el conjunto Xeneize del empate, sobre el tiempo de descuento, Cellay volvió a convertir para amargar a todos los hinchas del “Lobo”. Palermo la bajó de cabeza y el ex Huracán disparó al fondo de la red.

De esta forma, Boca rescató un empate en la agonía del encuentro y extendió a diez partidos el invicto, que mantiene desde la fecha 10 de este Clausura. El punto lo dejó al elenco de la Ribera sin la oportunidad de ingresar a la Copa Sudamericana, mientras que Gimnasia deberá jugar un partido desempate ante Huracán para ver quién desciende.

El torneo ya terminó. Muchos jugadores se irán, otros llegarán. Habrá que pensar en el Apertura, ya sin la presencia del goleador histórico del club, Martín Palermo. ¿Cómo reaccionará el equipo ante la ausencia del nueve? El tiempo se encargará de develar el misterio…

¡Muchas gracias por todo Palermo! Sin dudas, no habrá otro igual. Hasta siempre, Titán.