En el último tiempo, Boca creció futbolísticamente y eso fue lo que más se resaltó del equipo dirigido por Diego Martínez. Pero dentro de esa mejora se encontró con un problema que en el inicio del campeonato no sufría: la pelota aérea.

En los primeros 13 partidos de la temporada, Boca solo sufrió 10 goles y apenas 2 de ellos fueron por vía aérea. Sin embargo, luego del buen triunfo frente a Newell’s en Rosario por la Copa de la Liga, al conjunto de la ribera le anotaron 9 veces en total y 6 de ellas fueron por arriba. Todo un síntoma.

Aquel choque frente a la Lepra en el Marcelo Bielsa fue un clic en la temporada, no solo en rendimientos, sino también en actitud. Era una de las primeras finales que tenía que disputar para clasificar a los cuartos de final del campeonato y la sorteó con creces. Sin dudas, un gran triunfo que tapó el origen de un problema que empezaba a nacer: el descuento de Newell´s vino por una jugada aérea que cruza el área y termina rematando Julián Fernández.

La imagen positiva que Boca dejó en la ciudad santafesina siguió con la victoria ante Trinidense por la Sudamericana. Pero luego llegaría otro partido importante: la reanudación del cruce ante Estudiantes de La Plata, donde el equipo volvió a sufrir la pelota detenida y terminó cayendo desde la vía aérea. Javier Correa anticipó a todos, aprovechó el error de Romero y terminó dándole la victoria al Pincha.

Ya en cuartos de final, donde Boca eliminó a River por tercera vez consecutiva en cruces mano a mano, apareció el descuento de Paulo Díaz, quien ganó en las alturas y agarró el rebote que dio Romero para decorar el resultado. Otro llamado de atención.

El 2-4 frente a Fortaleza en Brasil fue un partido totalmente atípico, un equipo con distinta defensa pero que también mantendría la falencia: Boca recibió 2 goles por esta vía: el primero de Lucero con un cabezazo luego de que Pochettino ejecute tiro libre y el otro de Picachu tras un centro que lo encontró solo frente al arco.

El problema que se acrecentó en el último mes llamó la atención de cuerpo técnico de Estudiantes: “Domínguez me dijo que podíamos hacer mucho daño lanzándole pelotas al área ya que ellos tenían mucho problemas por esa vía, y los que entramos lo hicimos muy bien”, declaró Cetré, delantero del Pincha, post partido.

El Boca de Martínez, desde el lado del juego, mejoró mucho con respecto a los ciclos anteriores, pero para lo que se viene deberá mejorar esta falencia. Para ello veremos si el entrenador realiza modificaciones en cuanto nombres o en juego defensivo, ya que la formación ideal está casi establecida, salvo la posición de primer central: ¿seguirá Lema o aparecerá Figal en Paraguay vs. Trinidense?